Ha llegado el día de cambiar.
Los cambios dan miedo y a veces mucho miedo. Por lo que dejas atrás y sobre todo por lo que queda por delante.
Esta es mi nueva silla, la que me va a aportar todo aquello que necesito. La que va a hacer que mis caderas estén en su sitio, que mi columna esté recta y que mis paseos sean más confortables. Tendré que aceptar más miradas, y a la vez miradas que ya no necesitarán respuestas y ellas solas devolverán una sonrisa.
A mamá le ha costado tragar dos veces, respirar hondo y decirse para sí: un pasito más.
GRACIAS a todos los que lo habéis hecho posible.